El ascenso y resurgimiento de Chevalier de Saint-Georges, un violinista y compositor francés-caribeño (a veces conocido con el apodo de "Mozart negro") que alcanzó la fama gracias a su prodigio musical. Sin embargo, una complicada vida amorosa y el racismo del antiguo régimen llevan a una ruptura con Marie Antoinette y Saint-Georges se da cuenta de que las cosas deben cambiar.

Una monja del siglo XVII en Italia sufre de perturbadoras visiones religiosas y eróticas. Es asistida por una compañera, y la relación entre las dos mujeres se convierte en un romance amoroso.

Dido Elizabeth Belle Lindsay nació en 1761, hija natural de Maria Belle, una mujer africana esclavizada en las Indias Occidentales, y el Capitán Sir John Lindsay, un oficial de la Marina Real Británica. Después de la muerte de la madre de Dido en 1765, el Capitán Lindsay la lleva de los barrios marginales de las Indias Occidentales y la confía a su tío William Murray, primer conde de Mansfield, el Lord Presidente de la Corte Suprema de Inglaterra y Gales, y su esposa Elizabeth, quienes viven en Kenwood House, una finca en Hampstead, fuera de Londres. Lord y Lady Mansfield crían a Dido como una mujer libre y distinguida, junto con su sobrina Lady Elizabeth Murray, quien llegó a vivir con ellos después de la muerte de su madre y el nuevo matrimonio de su padre. Cuando las dos primas llegan a la edad adulta, los Mansfields encargan un retrato al óleo de sus dos sobrinas nietas, pero Dido no está contenta de posar para él, ya que teme que la retraten como subordinada, similar a otros retratos que ha visto de aristócratas con sirvientes negros. El padre de Dido muere y le deja la generosa suma de £2,000 al año, lo suficiente para convertirla en heredera. Lady Elizabeth, en cambio, no recibirá ningún ingreso de su padre, cuyo hijo de su nueva esposa ha sido nombrado su único heredero. Se hacen arreglos para que Elizabeth haga su presentación en sociedad, pero Lord y Lady Mansfield creen que ningún caballero aceptará casarse con Dido debido a su condición de mestiza, por lo que mientras ella viajará a Londres con su prima, no será presentada en sociedad.

En 1946, el gerente Branch Rickey firma a Jackie Robinson con los Brooklyn Dodgers, rompiendo la infame barrera racial de las Grandes Ligas del Béisbol, luchando contra el prejuicio y cambiando para siempre el mundo al cambiar el juego del béisbol.